La alimentación es una necesidad básica para el ser humano, que juega un papel importante en su salud. Durante la infancia se establecen los hábitos alimentarios que acompañarán a nuestros hijos para toda su vida, a no ser que estos en algún momento decidan cambiarlos. Inculcándoles buenos hábitos contribuimos de forma positiva a la mejora de su salud, rendimiento físico e intelectual. Podríamos decir que una alimentación saludable y equilibrada es fundamental para un buen estado de salud evitando numerosas enfermedades como la obesidad o la diabetes entre otras.
Según los datos de la OMS del 2014 un 8.5% de los españoles entre 2 y 17 años presentan obesidad y un 18.2% un sobrepeso importante. Ambas enfermedades han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial.
Una alimentación adecuada, como he mencionado anteriormente, no sólo puede llevarnos a un estado óptimo de salud, sino que a la vez puede contribuir a un mejor rendimiento físico e intelectual, lo cual nos puede ayudar a mantener un buen estado atlético o un buen expediente académico.
La clave para que los niños lleven a cabo estos hábitos saludables es que entiendan la importancia de una alimentación saludable y todo lo que esto conlleva; pero como ya sabemos, tienen que tener una edad suficiente como para poder comprenderlo. Mientras ese grado de comprensión llega la buena alimentación del niño dependerá de nosotros, sus padres. Dado que a veces no estamos bien informados sobre la correcta alimentación de nuestros hijos, facilito en este artículo información sobre la introducción de los alimentos en el bebé.
La dieta del niño debe ser completa y equilibrada. Puede que su hijo tenga el peso y talla adecuados para su edad pero que no consuma algún grupo de alimentos concreto con algún nutriente que resulta fundamental para su desarrollo.
LACTANCIA MATERNA:
La lactancia materna es lo más recomendado cuando el bebé se trata de un recién nacido. La leche materna presenta múltiples propiedades, las cuales pasaré a detallar a continuación; y, salvo en algunos casos, toda mujer está preparada y capacitada para la lactancia. Algunas veces es necesario ayudar la lactancia con algún tipo de ayuda.
Con respecto a las propiedades y beneficios de la leche materna nos encontramos con que es la mejor fuente de alimentación para nuestro hijo. Aporta todos los nutrientes necesarios para esta etapa del desarrollo, transmite defensas de la madre para fortalecer el sistema inmune del niño, contribuye en la prevención de la obesidad en etapas más tardías del desarrollo, refuerza el vínculo madre-hijo, es cómoda, es gratis; y, por si fuera poco, en la madre previene el desarrollo de algunos cánceres, facilita la pérdida de peso y conlleva un menor riesgo de anemia, hipertensión o depresión postparto.
Es importante tener en cuenta la comodidad de la madre y del bebé.
Con respecto a la frecuencia y duración de las tomas suele recomendarse que sea a demanda del bebé. Nadie sabe mejor que el propio bebé cuándo tiene hambre y por lo general suele demostrarlo. Al principio la demanda es más frecuente ya que el niño, al cansarse con la succión no se sacia lo suficiente en cada toma. Con el paso del tiempo la demanda se irá regulando hasta repetir la toma cada 2-4 horas. Cuando el bebé demande la toma habrá que dejarlo mamar el tiempo que él mismo estime necesario. A medida que se desarrollan las tomas la capacidad de succión del recién nacido va aumentando. Se recomienda que el pecho sea el único alimento durante los 6 primeros meses y que se mantenga durante el primer año con alimentación complementaria. Se recomienda mantener la lactancia durante los dos primeros años de vida, siempre y cuando sea posible y así lo decida la madre.
Para aquellas madres que tengan dificultades a la hora de continuar con la lactancia, sobre todo por falta de tiempo, existen diferentes opciones en el mercado de dispositivos de extracción de leche que le permiten una mayor flexibilidad de horarios.
Una preocupación que puede darse en aquellas madres lactantes es si el bebé se alimenta o no de forma adecuada. A no ser que se saque la leche no es posible controlar la cantidad que consume el bebé; No obstante, para su tranquilidad hemos de tener en cuenta que si el bebé está tranquilo, moja entre 4-5 pañales al día y crece de forma adecuada, es que todo va bien.
En algunos casos puede darse un rechazo del pecho por parte del bebé; Y esto puede darse ante diferentes circunstancias.
Destacando como consejo para la mamá o futura mamá que siga una alimentación adecuada a sus necesidades actuales, a lo cual le dedicaremos recientemente otro post.
LACTANCIA ARTIFICIAL:
Se le llama así a la lactancia con leche de fórmula. La frecuencia de las tomas al principio también es más numerosa. Se darán aproximadamente cada dos o cuatro horas, de forma variable y poco a poco se irá regulando volviéndose más predecible el horario de las tomas. Al igual que en el bebé que recibe lactancia materna la tranquilidad, peso y talla normales y empleo de varios pañales diarios indicarán que el bebé está siendo bien alimentado.
La fórmula para lactantes se define como un alimento adecuado para sustituir parcial o totalmente a la leche humana, cubriendo los requerimientos nutricionales del lactante. Puede ser “De iniciación” para el lactante durante los primeros 4-6 meses de vida o “De continuación” como parte de un régimen de alimentación mixto desde el 4º al 6º mes de edad.
Esta leche en muchas ocasiones puede originar diferentes reacciones alérgicas o intolerancias. En caso de que sospeche que es el caso de su hijo o hija, consulte con su pediatra antes de realizar ningún cambio en el tipo de leche. Él le dirá por qué leche podría cambiarla.
Algunas alternativas serían la leche: antirregurgitación, antiestreñimiento, anticólico, las fórmulas confort, fórmulas sin lactosa, hidrolizadas,… La elección ha de realizarse según las recomendaciones de su pediatra. Probablemente, con el paso de los años, cada vez sean más y más las alternativas de este tipo de fórmulas en el mercado.
LACTANCIA MIXTA:
La lactancia mixta es la combinación de la lactancia materna con la lactancia artificial, siendo siempre más recomendada la lactancia materna. Reservamos esta opción intermedia para aquellas madres a las que les sea muy difícil compaginar la vida diaria de trabajo y estrés con la lactancia materna exclusiva. Sí que sería recomendable ofrecer siempre el pecho al bebé antes que la lactancia artificial siempre y cuando sea posible.
ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA:
Periodo de alimentación en el que se le suministran al bebé otros alimentos a la vez que la lactancia materna o artificial. Constituye un periodo de adaptación en el que el bebé pasa de tomar solo la leche materna o adaptada a consumir todos los alimentos. Este período ha de ser progresivo por dos motivos diferentes:
- Inicialmente el aparato digestivo del recién nacido es inmaduro. La exposición a cada uno de los alimentos conlleva cierto grado de “adaptación”; por lo que una exposición temprana a varios alimentos a la vez podría dificultar un correcto desarrollo fisiológico del mismo.
- Otro motivo sería el reconocimiento de alergias o intolerancias alimentarias. Observar la existencia de reacciones alérgicas o alteraciones en el funcionamiento digestivo ante la introducción de cada alimento permitiría identificarlas.
El momento adecuado para la introducción de estos alimentos semisólidos es entre los cuatro y los seis meses; mientras que la introducción de los sólidos se realiza entre los siete y nueve meses. Entre los siete y nueve meses, aunque no existan dientes, los bebés comienzan a realizar movimientos rítmicos mandibulares y es posible introducir alimentos de fácil masticación.