Una despensa y un frigorífico saludable pueden ser la puerta a tu bienestar. Tengamos en cuenta que una buena alimentación es un pilar fundamental para LA salud. Una cuidadosa elección a la hora de rellenar, organizar y conservar los alimentos puede considerarse la puerta a un estilo de vida saludable.
–> Cómo llenar tu despensa y tu frigorífico de forma saludable:
* Lo principal que tenemos que hacer para llenar la despensa y él frigorífico es evidentemente aprender a comprar de una forma adecuada.
– Planificar la compra antes de ir a hacerla con una lista revisando lo que aún tenemos en casa. Tener en cuenta la posibilidad de imprevistos e incluir en nuestra lista algunos recursos para poder elaborar un plato saludable por muy poco que sea el tiempo que tengamos para hacerlo.
-Ir a comprar sin hambre.
-Fijarse en las fechas de caducidad.
-Leer el etiquetado nutricional, comparar y valorar la opción más saludable. Hablaremos de cómo hacerlo en otro post para que quede bastante claro.
– La cantidad comprada de cada alimento dependerá del producto, la frecuencia con que vayamos a hacer la compra y los comensales habituales de la casa.
En definitiva, comprar con criterio.
Como consejo, también suele ser mejor acudir más a tiendas específicas: frutería, carnicería o pescadería; y menos a grandes supermercados.
* Los alimentos más adecuados para llenar nuestra despensa y nuestro frigorífico son productos frescos, no procesados o mínimamente procesados. A continuación os ofreceré una lista para que tengáis las ideas claras de qué es a lo que me refiero.
En el caso de la despensa:
- Semillas (Lino, chía, sésamo,… según gusto y necesidades)
- Frutos secos al natural (Avellanas, almendras, nueces,…)
- Cereales y harinas (preferiblemente integrales),
- Legumbres
- Salsas (tomate triturado, vinagre de manzana,…)
- Aceite de oliva y/o coco
- Otros: café, té, infusiones, cacao puro
- Leche y/o bebidas vegetales (sin azúcares añadidos)
- Todas las especias evidentemente que usemos habitualmente.
En el caso del frigorífico:
- Fruta (frutos rojos, aguacate, manzana o plátanos, son grandes recursos)
- Verduras frescas (existe mucha variedad con infinitas propiedades pero personalmente las ensaladas, tomate, pimiento, cebolla y brócoli, son alimentos perfectos para tener al alcance de la mano y poder innovar con ellos ya que dan muchas alternativas en la cocina)
- Carne (preferiblemente blanca)
- Pescado
- Huevo
- Yogur natural
- Queso fresco y jamón.
Y en el congelador:
- Pan artesanal
- Frutas
- Verduras
- Carnes y pescado
- En el congelador se mantienen muy bien las propiedades de los alimentos, no obstante no se recomienda conservarlos aquí por largos períodos de tiempo.
*Cómo colocarlo todo:
Lo ideal es sacar lo que tengamos para colocar los alimentos comprados recientemente al fondo, revisar las fechas de caducidad para desprendernos de los productos que puedan estar caducados, agrupar los alimentos para encontrarlos con facilidad teniendo en cuenta si se almacena en Despensa, frío o congelado. También es importante colocarlo en recipientes herméticos si lo crees oportuno.
Seguro que tras leer este post analizas con mejor criterio tu despensa y ves los fallos que cometes habitualmente; por ejemplo el abuso de conservas o de precocinados,… ¡No te preocupes, es normal! EL cambio no tiene por qué ser de un día para otro, tómate tu tiempo.
