Con el ritmo de vida tan acelerado que la sociedad moderna nos exige, el querer tener todas las responsabilidades al día y además exigirnos el estar bien para llevarlo todo a cabo, hace que a menudo nos perdamos a nosotros mismos de vista y nos desgastemos.
Así que el poner en práctica conscientemente el “voy a dedicarme un tiempo reservado para mí”, sin sentimiento de culpa o egoísmo puede resultar más gratificante para nuestras vidas de lo que a primeras, podemos pensar.
Hacer pequeñas paradas nos servirá para redirigirnos cuando lo necesitemos o simplemente entrar en la consciencia de uno mismo y mirar como esta nuestro “yo interno” .Si te encuentras en paz y satisfecho contigo mismo, esto te hará darte cuenta de lo valioso que es el tiempo que le dedicas a la persona más importante para ti, que no es otra que tú mismo/a.
Los hábitos saludables y el amor propio están íntimamente ligados. Cuando alguien empieza trabajar en sí mismo/a el amor propio, irá notando que sus hábitos serán cada vez más saludables. De la misma forma que si una persona empieza a aplicar en su vida hábitos más saludables, su amor propio se verá incrementado.
Si pone empeño en trabajar su amor propio, ir cambiando sus hábitos con la intención de sentir bienestar, si hace un balance de su punto de partida y la situación actual después del trabajo en sí mismo realizado ,notara cómo su salud mental, física y espiritual, están ligadas y producen entre sí, una sensación de bienestar interno.
No pueden ir separados el uno del otro.
Así explicado resulta fácil de entender, y no debe ser difícil si una persona está en total compromiso consigo mismo de llevarlo a práctica y entra en acción, así que alguien que ha empezado ya a trabajar en este terreno notará que en su vida tiene que tener en cuenta los siguientes hábitos:
-El hábito de buscar continuamente formas que le hagan sentirse bien.
-el cuidado de su alimentación con alimentos saludables y necesarios para su buen funcionamiento energético.
-hábitos en su rutinas de ejercitar su cuerpo, mediante el deporte.
-La higiene y el cuidado personal.
-el hábito del orden en lo que respecta los espacios físicos de su día a día y desapegarse de lo que ya no necesitamos.
-Orden en su vida económica.
Existen hábitos que le ayudan a que su salud mental se encuentre con sensación de paz y pueda tomar buenas decisiones para sí mismo teniendo en cuenta el entorno.
Pueden ser:
-Observar, gestionar y cuidar sus emociones y estados de ánimo.
-Aplicar la empatía y asertividad en su día a día.
-Poner límites a los demás si es preciso.
-Usar la gratitud y gratificarse sus logros.
-Integrar el fracaso enfocándolo como un medio de aprendizaje.
-Tener consideración y respeto frente a las opiniones y actitudes de los demás.
– Hábitos rutinarios que tienen en cuenta la parte espiritual: estar en contacto con la naturaleza, ejercer meditación o actividades que le hagan desconectar del ruido mental.
El tiempo mejor invertido es el que nos dedicamos a nosotros mismos, sintiendo el bienestar interior que estos hábitos nos generan y se reflejan en nuestra vida diaria.
Alguien que empieza a destinar tiempo al cuidado de sí mismo va descubriendo y notando que aplicarlos en su día a día, como filosofía de vida le llevaran a otro estado, donde su sensación de bienestar será mucho prospera que escasa.